Puede ser que la compra por excelencia en Marruecos sea la alfombra.Tradicionalmente han sido confeccionada por mujeres y en el mundo rural casi todas saben tejer. Muchas dedican gran parte del tiempo “libre” a tejer, sobre todo en invierno cuando el frío obliga a ralentizar el ritmo de vida. La cultura de la alfombra está muy interiorizada. No sólo sirven para cubrir el suelo de los hogares y disfrutarlas, si en algún momento pasan dificultades económicas ( malas cosechas, desperfectos en las viviendas,etc.) las llevan a la Medina para convertirlas en dinero. En definitiva, la confección de alfombras es un apoyo de la economía familiar. En Marruecos se mezclan diferentes culturas, diferentes formas de vida, y cada una de ellas teje las alfombras con colores,texturas y técnicas distintas. Hay también alfombras urbanas que son muy diferentes a las rurales. Las alfombras urbanas son de mayor dimensión, colores más intensos y los bordes son motivos geométricos. Sin embargo, las alfombras rurales pueden ser de diferentes colores dependiendo de la zona; más claras , tupidas y con largos hilos de lana en el Atlas Medio, mientras que en el Sur son más vivas de color. Pero , ¿qué pasa si queremos comprar una alfombra? Los marroquíes creen que todo turista debe volver a casa con una alfombra. Todo aquel que trabaja en el sector turístico tiene un “primo” que vende alfombras bien de precio, y seguro que acabaremos tomando un té en su taller. Yo particularmente, no sé distinguir si una alfombra es buena o mala. Solo sé si la alfombra me gusta o no me gusta y, ante la duda, siempre he preferido no comprarla. Los trucos para comprar alfombras són fáciles de explicar, pero ponerlos en práctica ya es diferente:
- Hay que mirar si los bordes están rectos
- Rascar con las uñas para ver si los nudos están bien apretados
- Arrancar un trozo de lana del reverso y quemarlo. Si no prende y huele a cordero asado es que es lana natural.
Si estos consejos no son suficientes (cosa lógica ya que no lo son para mí), la solución es comprar una alfombra que haya pasado el control del Ministerio de Artesanía, que garantiza su origen y calidad. De todos modos, os contaré un secreto. Nosotros hemos comprado muchas alfombras para nuestra casa y para el Riad Shukran, pero al final hemos optado por dejarlo en manos de Abdelfatah. Le damos las medidas exactas que queremos y le decimos qué colores queremos que predominen. El las busca y nos las trae a casa y allí las miramos una y mil veces. Si nos gustan, él nos aconseja qué precio debemos conseguir y es entonces cuando empezamos el regateo en la tienda. De esta forma, ahorramos tiempo y ya nos sirve de base para comprar en otro taller si no nos ponemos de acuerdo. Preguntadle a él cuando vengais a Riad Shukran. Seguro que os dará el mejor consejo.